miércoles, 5 de noviembre de 2014

Far Far West

Que no sirve de nada hablar sin saber es algo conocido, y seguramente experimentado, por todos. Además, es algo que provoca irritación en los que escuchan, si se percatan de la situación. Pero algo igual de molesto, aunque menos perceptible, es darse cuenta de que cuando se hablaba, se pensaba que se sabía. Algo así me ocurre ahora, tras casi dos meses trabajando un tema del que pensaba que sabía suficiente como para escribir seis posts con facilidad. Quién me iba a decir que escribir un post por semana resultaría tan enriquecedor.





Este proyecto me ha ayudado no solo a profundizar en las entrañas del western, sino a darme cuenta de que el lenguaje realmente favorece el conocimiento. Más aún el lenguaje escrito, en el que el cuidado de la expresión es fundamental. Intentar divulgar los conocimientos sobre el western que tengo, e incluso verme en la necesidad de investigar sobre nuevos aspectos del tema sobre los que no me había preguntado nunca, me ha permitido aumentar mi propio caudal de impresiones sobre el western. Además, he conseguido adquirir cierta soltura en el arte de divulgar información en la web a través de distintos formatos como blogTwitter.
 
 
 
 
 
En cualquier caso, hay cosas más importantes incluso que el conocimiento o la transmisión de éste. Una de estas cosas es la amistad, y el placer de trabajar en equipo que he podido experimentar desarrollando este blog es una señal de ella. Las cosas que  nos gustan, cuando son compartidas, nos gustan más. Para terminar, hago una recopilación de mis entradas, de modo que sea fácil seguir mi trayectoria personal en este proyecto:
 
 

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