La provincia de Almería acogió por 4º año consecutivo el festival cinematográfico dedicado al género western por excelencia. Durante los días 10, 11 y 12 de octubre, la localidad de Tabernas se convirtió en un improvisado pueblo del lejano oeste, recreando las cárceles, los salones y las casas de la época. Pero además de las recreaciones, los eventos y las actividades para todos los públicos, tuvo lugar la tradicional gala de premios para los westerns estrenados durante el último año, así como los diferentes cortos y documentales.
Sinceramente, no ha sido un año pletórico. Los ha habido mejores. En clave de comedia, llegaron a la gran pantalla "El llanero solitario" y "Mil maneras de morder el polvo", y en un registro dramático la alemana "Gold", "Sweetwater" y "Ambush at Dark Canyon", además de la española "Algo más que morir". El premio a mejor película lo obtuvo "Sweetwater", que narra cómo un líder religioso fanático, un sheriff renegado, y una ex prostituta chocan en un triángulo de sangre en las agrestes llanuras del territorio de Nuevo México, a finales del XIX. Por su parte, "Algo más que morir" se alzó con el premio del público y con una distinción especial.
Por otro lado, el festival también sirvió para rendir homenajes, en este caso al fallecido Giuliano Gemma, protagonista de filmes como "Una pistola para Ringo", y a la larga carrera del incansable Enzo G. Castellari, autor de spaghettis westerns como "Mátalos y vuelve". Dentro de este subgénero, dirigió más películas y se granjeó cierta fama, hasta que con el film "Keoma" (1976) rodó una de las mejores películas del género.
Fuentes
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